El vómito diario de Carlos Carnicero

No hay día sin una declaración determinante y catastrofista del Partido Popular demonizando la política del Gobierno, incluso en los territorios en los que los manuales de la ciencia política determinan que no hay espacio razonable para el desgaste sin deterioro de las instituciones del Estado. La Constitución debiera ser como la tabla de la ley con la que nadie pudiera jugar y muchos menos pretender el monopolio de su interpretación. Ni siquiera la onomástica constitucional es motivo de tregua. Las bombas de ETA también sirven para castigar al Gobierno, aunque en el año y medio que lleva el PSOE en el Ejecutivo se haya batido el record de detenciones de etarras puestos a disposición de la Justicia.
La Cumbre Euromediterránea, la venta de un importantísimo contrato de armas a Venezuela –el más importante de nuestra industria naval y militar- es motivo de diatribas al igual que las relaciones con Marruecos, aunque se haya materializado una reducción notable del lanzamiento de pateras contra el territorio nacional. Todo vale en una carrera en que el deterioro y la crispación de la sociedad están motivados por el apetito de la recuperación automática de un poder cuya pérdida no ha sido totalmente interiorizada.
La oposición del PP, desde su soledad parlamentaria, ha determinado no dar un solo respiro al gobierno en la pretensión de que la campaña de las próximas elecciones generales ha comenzado ya, y que los dos años y medio que quedan para el cumplir el calendario van a ser con la caldera política en su máxima presión.
Es cierto que en el corto plazo esta política de confrontación ha producido una cierta parálisis en un ejecutivo que tiene que tratar de hacer pedagogía política con temas complejos frente a esquemas simplistas. Decir que la patria está en peligro siempre es un grito que recluta a los más proclives a la movilización radical. Explicar los matices de una España plural es una opción mucho más compleja, porque lleva planteamientos intelectuales frente a conceptos en cierto modo atávicos. Pero en este contexto en el que los ruidos mediáticos y las voces políticas nos han colocado a todos, le corresponde al Gobierno tomar la iniciativa política si no quiere verse arrollado por parámetros simplistas que en el corto plazo son si duda de una gran efectividad.
Fuente: La "cloaca" Plural
NdR: sin comentarios, es lo más revulsivo y asqueroso que hay en el periodismo español.