No han pedido el voto negativo para el Estatut, aunque critican que «impone el laicismo y olvida las raíces cristianas de Cataluña». Después de dos días de debate interno, los obispos catalanes han preferido evitar tomar postura frente al texto y se limitan a recomendar a los fieles que en el referéndum de junio «voten en conciencia después de leer el Estatuto». Así lo manifestó ayer para LA RAZÓN el arzobispo de Tarragona y presidente de la Conferencia Episcopal Tarraconense, monseñor Jaume Pujol Balcells, después de que el episcopado catalán en pleno hiciese pública una nota en la que critican que el Título Primero del Estatut «contradice el espíritu del humanismo cristiano». Una nota en la que también lamentan que no se respeten «las raíces cristianas de Cataluña» y que recuerda a los fieles que «de este referéndum depende el futuro de nuestro pueblo». «Aunque el texto actual es mejor que el que se redactó en un primer momento, se mantienen conceptos muy negativos», afirmó monseñor Pujol. «Hay una permanente visión materialista e individualista de la persona, impone el laicismo y sobre todo un nihilismo que desintegra la sociedad», señaló. Además, el presidente de la tarraconense -que reúne a todos los prelados de Cataluña- destacó que el texto incide en los mismos «graves problemas» que existen en España. «Esta visión afecta a la libertad, a la enseñanza, e insiste en una administración cada vez más absorbente, como si fuese el Estado el que otorgase los derechos», matizó. En la misma línea se mantiene el texto de la nota de la tarraconense, que muestra la «preocupación» de la Iglesia catalana por cómo se trata «la dimensión ética de la vida, el matrimonio y la familia, la dignidad de la persona, y el respeto a los más débiles, sobre todo los no nacidos y los enfermos terminales».
Fuente: La Razón
NdR: sin palabras...
El consejero de Comercio, Turismo y Consumo de la Generalidad catalana, Josep Huguet, quiere erradicar los símbolos y objetos que relacionen Cataluña con España de las tiendas de las Ramblas de Barcelona. Según informa la Cadena COPE, lo que se quiere eliminar de los comercios son aquellos artículos que no son estrictamente catalanes, como las muñecas vestidas de flamenca o los toros, para poder así "impulsar la artesanía catalana".
