La banda utiliza los «bonos» incautados para reforzar su entramado con nuevos militantes

Más que para solucionar posibles problemas de solvencia, los «bonos» encontrados en poder de Ibon Meñika, detenido la tarde del martes en Abadiño (Vizcaya), son empleados para captar a nuevos militantes para el entramado etarra.

Según informaron a este periódico fuentes de la lucha antiterrorista, estas papeletas forman parte desde 1996 de una financiación «testimonial» de ETA y sus grupos de apoyo y han servido, sobre todo, para la captación de nuevos miembros.

Este tipo de ayudas incluye, además de los referidos «bonos», la venta de colgantes con el hacha y la serpiente, anagrama de ETA; o estatuas de madera con los mismos elementos decorativos, como la que su hijo le entregó a «Josu Ternera» en un homenaje celebrado en la localidad vizcaina de Miravalles.

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