«¿Le digo a mi gente que habláis de [cobrar] millón y medio o dos?»

La lectura íntegra de las conversaciones con unos empresarios imputados en el «caso Terra Mítica», que han servido a dos diputados socialistas valencianos para fundamentar una denuncia ante la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia, confirma que no hay pruebas que quiten peso a la sospecha de que detrás hay una maniobra política para «manchar» el nombre del portavoz parlamentario del PP, Eduardo Zaplana. Éste ultima las querellas con las que defenderá su honorabilidad frente a lo que ha calificado de una «operación de linchamiento».

La confusión que acompaña a la transcripción de toda conversación oral es en este caso superior dado lo controvertido del asunto, pero, sin embargo, la lectura en su conjunto de las grabaciones permite extraer la impresión de que en los interlocutores socialistas había disposición a pagar si les daban pruebas y documentación. Incluso reconocen que tienen que consultar a alguien «con más potestad» después de que les pidiesen un millón y medio o dos millones de euros por hablar. En la denuncia, admiten que cancelaron «toda reunión con los citados empresarios» ante «la falta de aportación documental que confirme sus afirmaciones».

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