El Rey defiende la Constitución y ante las tensiones pide a 'todos' consenso y moderación

Ante las dificultades que afronta España, el Rey ha apelado a un esfuerzo "por resolverlas de común acuerdo. Para ello, debemos recurrir al diálogo responsable y sincero, dentro del respeto a nuestro marco constitucional".
"Evitemos encerrarnos en nosotros mismos", recalcó el Rey. "Si no somos capaces de sumar fuerzas, si no concentramos adecuadamente nuestros esfuerzos, debilitaremos nuestra capacidad de acción y de negociación exterior; y serán otros quienes se beneficien de esa debilidad".
El Rey aludió, sin hacer mención expresa, al espíritu de la Transición y aplaudió el sacrificio de todos los españoles, que "supieron superar rencores y divisiones, mirar al futuro y trabajar día a día para hacer de España el país moderno, justo y solidario del que podemos sentirnos orgullosos".
Ver nota completa
NdR: aunque creemos que su Majestad le está viendo las orejas al lobo y no le mola nada quedarse en el paro y sin techo (gratis), de todos modos aplaudimos el mensaje, sobre todo en las partes en que se refiere al respeto a la Constitución y al terrorismo. Esperemos que sus palabras no sean una chapuza como la foto de salutación navideña...
1 Comments:
Versos al hijo de dioS
“Jesucristo no era un pacifista. No era un mariquita.”
Reverendo Jerry Falwell
Los firmes pechos de María resplandecían espléndidos
al dar de mamar al Elegido
en su cálida y acogedora guarida.
El bastardo mordisqueaba con delicadeza
los pezones duros y enrojecidos de su madre,
al tiempo que frotaba con su pequeña manita
el clítoris puro de su inmaculada concha,
arrancando gemidos de placer
de las entrañas de su virginal progenitora.
María chorreaba de lujuria y orgullo,
encandilada por las divinas palabras
que le susurraba al oído:
«Bendita eres entre todas las mujeres,
perra espléndida,
y bendito es el fruto de tu vientre
y de tu húmedo y rojo sexo.»
José el carpintero decidió serrar
su flácido miembro de cornudo;
humillado, desaparecerá en las calles
de Amsterdam, látigo, corsé y botas de cuero rojo.
¡Oh! Jesús, el placer de consumar
el más blasfemo incesto, renegar del padre
y abrazar al hideputa, besando
su sucio y maloliente trasero rojo.
Bajo la dorada cúpula se celebrará,
entre humo blanco y putrefacción de siglos,
la sagrada orgía, espectáculo del Apocalípsis,
donde el Gran Cabrón te montará
y tú orinarás -culminación de tu reinado-
sobre el álbum de fotos de tu sagrada familia.
Por los siglos de los siglos, así sea.
Publicar un comentario
<< Home