Una edil del PSE y tres sedes del PNV sufren la segunda jornada seguida de «kale borroka»

Los socialistas exigen a Batasuna que se gane la legalidad y Otegi anuncia «nuevos compromisos»

La violencia callejera volvió a irrumpir en el País Vasco. En la madrugada de ayer tres sedes del PNV y la casa de un concejal socialista de Azpeitia fueron atacadas, tan sólo unas horas después de los altercados registrados en Vitoria al proceder la Ertzaintza a disolver la concentración convocada por la organización ilegal, Segi, que había sido prohibida por el Gobierno vasco. El último episodio de «kale borroka» comenzó en Vizcaya cuando un grupo de radicales arrojó vasos de pintura roja contra la sede social del PNV -batzoki- en Guecho.

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